¿Cómo calmar la ansiedad de comer algo dulce?
Comer alimentos azucarados no es buen hábito para comprar de manera continuada y incesante, pero a todos nos puede caer un “capricho”, y con una aceptable nutrición se tienen la posibilidad de comer dulces a tiempo. De esta forma vas a poder continuar divirtiéndote con calma y sin remordimientos por un trozo de tarta en tu cumpleaños, un postre el objetivo de semana o un helado en la playa.
El inconveniente es en el momento en que sientes ganas de comer dulces todos y cada uno de los días y no puedes supervisar el impulso. Para esto, te dejamos ciertos avisos para aliviar los antojos de dulce que seguro te van a ser de mucha ayuda.
Dietas restrictivas
En el momento en que comenzamos a comer bien, dejamos de súbito todos y cada uno de los alimentos ultraprocesados, incluyendo los altos en azúcar, y comenzamos a comer mucho más alimentos frescos y naturales. O sea lo preciso: fundamentar nuestra dieta en alimentos saludables, pero si nos encontramos familiarizados a consumir alimentos con contenido elevado de azúcar, debemos tener la aptitud de ser flexibles y dejarnos consumir dulces de manera ocasional, conscientes de que no es así. la opción mejor y reservándolo para oportunidades particulares, en caso contrario tenemos la posibilidad de acrecentar la ansiedad por estos alimentos.
Estos son los ritmos que adoptan nuestras hormonas en dependencia de la luz, del día o de la noche. Al caer la noche, nuestro cuerpo empieza a generar serotonina, la hormona encargada de regular el apetito, las ganas de comer dulces, chocolate y harinas refinadas. Cuanto menor sea el nivel de esta hormona, mayor va a ser nuestra sensación de apetito. Esta hormona sigue alta al despertar, pero va reduciendo en todo el día, con un descenso realmente fuerte por la tarde, coincidiendo con la hora de la merienda, en el momento en que mucho más se sienten las ganas irrefrenables de comer dulces.
¿De qué forma supervisar la ansiedad por los dulces?
Charlemos de cosas que verdaderamente marchan, ¿en concordancia?
- Consejo 1: Para comenzar, no hagas dieta ni te restrinjas bastante. En el momento en que te dejas comer dulces, la obsesión por el azúcar tiende a reducir.
- Consejo 2: la hora a la que comes tus dulces asimismo es esencial. Cerciórate de que los dulces lleguen tras la comida, en el momento en que estés lleno, algo de tiernicidad es bastante. “Algo de tiernicidad tras comer” como afirmaban nuestras abuelas.
- Consejo 3: Si andas en un lugar de comidas y el postre es una ración familiar, ya que no estaría mal compartirlo. Si andas tolerando por tu dieta restrictiva, cansado de manzanas, no desearás comunicar tu tarta de chocolate con helado de vainilla con absolutamente nadie. ¡Irrealizable! Y al que se atreve a meterle la cuchara, lo aniquilas con los ojos. Si gozas con regularidad de tu amor tras el almuerzo, desearás comer únicamente una parte y comunicar el resto. Tras todo, mañana lograras regresar a comer a tu amado.
Batata
Existen muchas variedades de batatas y todas y cada una tienen en común su gusto sutilmente dulce. Es abundante en azúcares naturales, pero esto no debe alarmarnos, puesto que este contenido de azúcar se ve compensado por su contenido elevado en fibra.
Específicamente, el género de fibra del boniato es la pectina, que difiere la absorción de azúcares. Es una iniciativa perfecto para achicar la ansiedad relacionada con los dulces.
Cambia tus hábitos
Semeja simple, pero no es así. En ocasiones la ansiedad de comer dulces no procede de una emoción sino más bien de un hábito o una práctica. Piensa que, por servirnos de un ejemplo, todos y cada uno de los días haces una pausa en la oficina para bajar a tomar un café y acompañarlo con un brioche. Puedes procurar soliciar solo un café, pero el pan está ahí, ¿no? Te llamo. Lo que te planteamos es que rompas completamente con esa rutina de bajar a tomar un café. Hazlo en la cocina del trabajo, por poner un ejemplo, y transporta tu bocadillo.
Detectar nuestros pensamientos y desmantelarlos no es labor simple. Necesita perseverancia y esfuerzo, pero es la mejor solución no solo para eludir la ansiedad relacionada con el consumo de dulces, sino más bien asimismo para sostener una relación saludable con la comida. Cuenta siempre y en todo momento con el acompañamiento de un nutricionista que personalice tu dieta y jamás dejes de comer. Está terminantemente contraindicado saltarse una comida. Impide los alimentos ultraprocesados, incrementa el consumo de verduras y frutas pues, leas lo que leas, el azúcar de las frutas no es amenazante para la salud.