¿Qué es lo primero que tienes que comer en la mañana?
Hay una sucesión de alimentos que no se aconsejan comer por la mañana. Como ahora vimos, los jugos de frutas, y especialmente si no son naturales, incrementan sensiblemente la carga glucémica. De la misma forma, la bollería industrial es una mala opción para tu desayuno. Esta clase de bollería está cargada de azúcar y grasas poquísimo saludables que, aparte de engordar, son dañinos para la salud.
La leche de vaca es una alternativa a eludir. Nos encontramos familiarizados a tomarla pero no es una leche destinada a humanos. Aun las vacas adultas no lo toman. Hay considerablemente más daños que provecho. Hay muchos géneros de leches vegetales considerablemente más saludables.
Taza de avena con chía, remojada a lo largo de la noche
La taza de avena con chía de Kooienga es una receta rica en alimentos integrales que tienen la posibilidad de contribuir a proveer energía durable.
La fórmula incluye hidratos de carbono complejos y ricos en fibra, grasas saludables y proteínas para el avance muscular. Además de esto, esta receta de avena es recomendable pues puedes elaborar el desayuno la noche previo y tomarlo por la mañana siguiente mientras que vas al trabajo.
Avena:
No solo te saciará, sino asimismo te resguardará de la diabetes tipo II. Además de esto, es abundante en vitaminas y antioxidantes. Posiblemente los hombres que eligen la avena para el desayuno no se preocupen por las anomalías de la salud cardiacas.
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Huevos:
Frutos secos
Los frutos secos son una aceptable opción para comenzar el día pues son enérgicos, polivalentes y tienen la posibilidad de conjuntarse con otros alimentos como iogur o fruta.
Según información publicada en el British Journal of Nutrition, variedades como nueces, almendras y anacardos contienen grandes cantidades de proteínas, hidratos de carbono y grasas saludables que asisten a dejar en libertad energía poco a poco a lo largo del día.
Los peores desayunos
A lo largo de los periodos de ayuno (sin comer), como durante la noche, el hígado descompone el glucógeno y lo libera a la sangre con apariencia de glucosa para sostener un nivel permanente de azúcar en la sangre O sea singularmente esencial para el cerebro, que es dependiente prácticamente completamente de la glucosa para conseguir energía.
Por la mañana, tras pasar hasta 12 horas sin comer, las reservas de glucógeno están bajas. En el momento en que se agotan las reservas de energía de glucógeno, el cuerpo empieza a desarticular los ácidos grasos para generar la energía que precisa. Pero sin hidratos de carbono, los ácidos grasos unicamente se oxidan medianamente, lo que puede achicar sus escenarios de energía.