¿Qué es mejor desayunar o no desayunar?
La persona que se brinca el desayuno no hace ayuno intermitente. Ahora hablamos de los pros y los contras de esta técnica y sus datos y peculiaridades mucho más esenciales en otro producto reciente, pero debemos tener claro que el ayuno intermitente es una cosa y no desayunar es otra.
El ayuno intermitente radica en consumir alimentos de forma exclusiva en el transcurso de un período temporal, deteniéndose por otro. Se puede ordenar por horas o por días, según las pretensiones y el metabolismo de cada uno de ellos. Lo primordial es que a lo largo de este ayuno no ingieras alimentos y el propósito es que el cuerpo utilice las reservas que tiene y, más que nada, que lo que comas sea sano y equilibrado.
Te sientes sin energía
Para tener un desempeño físico y mental perfecto a lo largo del día, el aporte energético de un óptimo desayuno es primordial. Por este motivo, entre las secuelas de no desayunar es una fuerte sensación de cansancio y somnolencia que puede perdurar todo el día.
Pero ojo, no vale la pena reemplazarlo por un fácil café con bizcochos. Si la meta es proveer al cuerpo «comburente», debe radicar en la combinación correcta de alimentos ricos en nutrientes fundamentales.
Inconvenientes de peso y obesidad
En especial en la niñez y adolescencia. Ciertos estudios han relacionado la incapacidad para desayunar con inconvenientes de sobrepeso y obesidad en los pequeños. Los especialistas asimismo apuntan que la gente que se brincan el desayuno acostumbran a tener mucho más apetito por la tarde y durante la noche, llegando a la cena con bastante apetito, lo que hace que se levanten con escasas ganas de desayunar. Lo que sucede es que si hay un ayuno prolongado, comes bastante y es mucho más simple que esas calorías se amontonen con apariencia de grasa.
Un análisis de la Facultad de Harvard en USA advierte que saltarse el desayuno puede acrecentar el peligro de infarto, en especial en los hombres. Anunciado en la gaceta Circulation en el mes de julio de 2014, concluyó que saltarse el desayuno lleva a uno o mucho más causantes de peligro de infarto, como la obesidad, la presión arterial alta, el colesterol prominente y la diabetes.
Si puedes desayunar, hazlo en el desayuno
El desayuno es un proyecto moderno. A lo largo de una cantidad enorme de años, nuestros ancestros no la precisaron para subsistir o sostener una salud perfecta. En verdad, como relata Max Lugavere, creador de Genius Foods, “si la supervivencia de los humanos hubiese dependido del desayuno, no estaríamos aquí”.
Por ende, el desayuno es opcional. Si puedes o deseas, hazlo. En verdad, un desayuno conveniente y nutritivo puede ofrecerte bastante energía y eludir que comas en demasía el resto del día. Pero la keyword es: nutritiva.
¿Es esencial el desayuno?
Con cada vez más prueba que recomienda que el ayuno tiene provecho reales para la salud, decidí llevar a cabo un pequeño ajuste a mi rutina día tras día saltándome el desayuno a lo largo de un par de semanas para poder ver si tenía un encontronazo.
Muchas modelos y celebridades, dentro Miranda Kerr y Beyonce, han usado distintas regímenes de ayuno: el 5:2, en el que comes cuanto quieras cinco días por semana, pero limita el consumo de calorías a solo 500 al día a lo largo de un par de días de «ayuno», o el 16:8, en el que comes en un periodo de ocho horas y ayunas a lo largo de los 16 días sobrantes. Asimismo está el Día de las 2 Comidas, que, como su nombre señala, necesita comer solo 2 comidas cada día y saltearse el desayuno o la cena. Limitar algunos alimentos me hace querer aún mucho más y contar calorías siempre y en todo momento me ha molestado. Los defensores comentan que el ayuno puede ofrecerle mucho más energía, lograr que coma menos e inclusive