¿Qué pasa si dejo de comer harinas por un mes?
Los hidratos de carbono son fundamentales para una dieta balanceada. Es por ello que las harinas tienen que ser parte de tu dieta puesto que primordialmente nos aportan hidratos y estos son escenciales para la obtención de energía.
Las harinas se convirtieron en “alimentos prohibidos” para la gente que procuran adelgazar y para aquellas que desean llevar un método de vida beneficioso para la salud. No obstante, removerlos de nuestra dieta no contribuiría a una vida saludable. No es saludable eludir las harinas pues pertenecen a los hidratos de carbono complejos, que son nuestra primordial fuente de energía. El cerebro se nutre de forma exclusiva de glucosa lograda de los hidratos de carbono, esto es, si no los consumimos, deberemos emplear otras fuentes como las grasas y las proteínas para conseguir energía; esto no solo genera pérdida de masa muscular y deshidratación, sino asimismo crea cambios de humor, incrementa el cansancio, la irritabilidad y puede ocasionar mareos.
Viento mucho más chato
Ya que la harina prácticamente no posee proteína ni fibra, ralentiza un tanto el metabolismo, lo que crea una acumulación eficaz de gas y desechos. Al dejar de consumirlos, depuras tu intestino de todo cuanto no requiere, logrando de este modo un vientre mucho más chato.
La sensación de no tener éxito en el momento de ir al baño es bastante horrible, no obstante, si nos deshacemos de la harina, tenemos la posibilidad de despedirnos de este inconveniente pues nuestro cuerpo absorbe bastante superior la fibra que nosotros. lo que estimula una mejor digestión y una mejor limpieza del intestino. Eso sí, tienes que consumir fibra, primordialmente frutas y verduras.
El peligro de patologías cardiacas y diabetes incrementa o reduce (según el género de pan).
El género de cereal que dejas de comer hace gran diferencia en este punto. Los hidratos de carbono refinados incrementan el peligro de inconvenientes cardiacos y diabetes tipo II.
Por otra parte, la American Heart Association asegura que los cereales integrales mejoran los escenarios de colesterol y dismuyen el peligro de inconvenientes cardiacos, obesidad y diabetes tipo 2. La decisión es clara, ¿no crees?
Día 5-6-7
Todo proseguía igual y yo proseguía sintiéndome mucho más rápida y ágil y mi barriga comenzó a perder volumen. Yo tampoco me sentía fatigado. Me sentí mucho más alarma y vivo.
Tras esta primera semana, mis pómulos han comenzado a verse mucho más pronunciados. Mi estómago proseguía cayendo y no tenía esa sensación general de mal.
Taché algunos alimentos como la leche de vaca y el aceite de caléndula o girasol, pues con mis estudios alimenticias estimé que:
- La leche de vaca la leche de vaca tiene dentro un género de azúcar llamado lactosa , y cero fibra, como sucede en la situacion de la fruta, que no hace picos de azúcar en la sangre.
- El aceite de girasol o caléndula es proinflamatorio como otros aceites vegetales de semillas.
- Blancas, rubias, morenas, chancaca, piloncillo, piloncillo, almíbares, jarabes, miel, o cualquier clase.
- Arroz blanco
- Fideos habituales o de arroz
- Conservas de cereales de cualquier clase o marca.
- Harina de trigo, harina de pan, harina de arroz, harina de espelta, harina de quinoa, harina de chícharo o cualquier harina comercial (salvo harina de almendra y coco)
- Pan, arepas habituales, tortillas de trigo o maíz .
- Jamón, embutidos, patés, salchichones u otros embutidos muy elaborados.
- Bebidas carbonatadas o bebidas (si bien sean zero o light)
- Jugos comerciales envasados (si bien sean light, sin azúcar, ecológicos, etcétera.)
- Jugos en sobre o papel .
- Obséquiate un sobre o boleta nestea, lipton o afín.
- Postres y gelatinas comerciales o hogareñas que contengan harina o azúcar
- Ketchup, salsa BBQ u otra salsa que tenga dentro azúcar en sus elementos.
- Cubitos, salsa de soja, salsas generalmente (salvo mostaza).
- Agua saborizada de cualquier clase, introduciendo gatorade, bebidas de aloe vera, kombucha o bebidas energéticas.
- Mermeladas comerciales (si bien sean sin azúcar)
- Tortillas comerciales de trigo o maíz, nachos o cualquier clase de snack que logre contener azúcar o harina.