¿Qué pasa si no se come en la noche?
El dicho que afirma “desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un indigente” es muy cierto… ¡pero cena!… Pues tu cuerpo, si bien duermas, prosigue haciendo un trabajo, tienes que consumir energía, por poner un ejemplo, su corazón late en todo momento, con lo que a lo largo de toda la noche sus pulmones prosiguen haciendo un trabajo para respirar y su cerebro marcha del mismo modo. Si no cenas, y si tampoco desayunas, aparte de ocasionar escenarios de azúcar en sangre desmandados en tu organismo, indudablemente almacenarás energía para la próxima comida y posiblemente te cueste despertarte o salir de la cama. cama, tal como usuales problemas a lo largo del día, cansancio, somnolencia, mal humor, irritación, falta de concentración, entre otros muchos síntomas.
Asimismo puedes presenciar lo que se conoce como hipoglucemia nocturna (el azúcar en sangre o los escenarios de azúcar en sangre bajan mucho más de lo común), lo que en ciertos casos puede ocasionar pesadillas, sensación de parálisis en todo el cuerpo, sudoración excesiva, cefalea por las mañanas. . Hoy día, se estima que un individuo tiene hipoglucemia en el momento en que su nivel de azúcar en la sangre está bajo 70 mg/dl, pero los escenarios acompañados de síntomas tienen la posibilidad de cambiar de persona a persona. Si tienes diabetes o convives con alguien con diabetes, esto es primordial para eludir imprevisibles, ten en cuenta que la única forma de comprender si es una hipoglucemia es controlando el azúcar en la sangre.
Frutas troceadas
Es preferible eludir las frutas por el hecho de que nuestro metabolismo es considerablemente más retardado durante la noche y las frutas poseen fructosa, lo que hace un exceso de hidratos de carbono. Esto genera picos y modificaciones de la insulina por la mañana, aparte de producción de grasa y incremento de peso.
Condimentos picantes
Las condimentas y las salsas picantes tienen un gusto que le da un toque particular a los platos. Si bien no está mal comerlos de manera frecuente, es preferible decantarse por incluirlos en otras comidas que en la cena.
Según una investigación anunciado en Current Medicinal Chemistry, los alimentos picantes causan irritación del revestimiento del estómago y incrementan la inclinación a padecer acidez estomacal y digestiones pesadas. Por este motivo, su consumo, antes de acostarse, podría ocasionar reflujo ácido, quemaduras abdominales y dolor estomacal.
El ritmo circadiano
Estudiosos de la Facultad de Harvard hicieron una investigación que enseña de qué manera la biología influye en los hábitos alimenticios nocturnos. En esta investigación, se dieron cuenta que el ritmo circadiano endógeno hace un incremento del apetito durante la noche.
Los autores especulan que comer en demasía tarde en la noche probablemente halla ayudado a nuestros ancestros a guardar energía para subsistir mucho más tiempo, en especial en el momento en que la comida escaseaba. No obstante, en la era de hoy, esta inclinación biológica ha fomentado pésimos hábitos alimentarios.
Una pregunta recurrente en el momento en que el peso es un inconveniente es si la última comida del día provoca que el cuerpo gane peso mucho más veloz. Para aclarar esto, consultamos a 2 especialistas que, por medio de siete guías, te asistirán a aclarar si esto es verdad o falso.
Romina Sánchez, nutricionista y dietista, con estudio en obesidad, diabetes y cirugía bariátrica, afirma que “si el plan es bajar de peso, no es conveniente comer cada 2 horas, como varios pensaban tiempo atrás pues sostiene la insulina al límite y impulsa las ganas de comer, pero la ciencia descubrió lo opuesto y hay que amoldarse, el día de hoy charlamos de ayunar, de reposar y de no comer en enormes proporciones y/o muy tarde en la noche, tres las comidas cada día alcanzan
La cena en ocasiones se asocia con no requerir calorías, a lo largo del día hay biorritmos y justo durante la noche el cuerpo libera hormonas y empieza una suerte de desintoxicación y limpieza del organismo, con lo que no comer durante la noche podría ser bueno por el hecho de que son calorías que no gastan, pero reservarán.